Estamos de acuerdo en que cuando enfermamos muchas veces la presencia de nuestra mascota es la mejor medicina. Abrazarlo, tenerlo en nuestro regazo, acariciarlo y sentir su cariño son de gran ayuda para descansar y recuperarnos. Pero, ¿sabes que puedes estar poniendo en peligro a tu mascota?
Compartiendo cariño… ¡y gérmenes!
Seguro que te suena el término «zoonosis» referido a la propagación de agentes infecciosos de animales a humanos (parásitos como anquilostomas y nematodos, hongos como la tiña, bacterias o virus como la rabia). Pero esto no siempre ocurre en esta dirección, sino que también las personas podemos contagiar a los animales (zoonosis anthroponosis o zoonosis inversa).
A pesar de que la transmisión de enfermedades de humanos a animales es poco común, no cabe duda de que puede suponer un grave peligro para perros y gatos, especialmente para los más jóvenes y viejos (con sistemas inmunitarios más débiles).
En la actualidad aún queda un largo camino para conocer la zoonosis inversa, si bien va ganando interés entre la comunidad médica. El aumento del interés de estudiar este campo se debe a que cuando se produce una transmisión de humanos a animales los agentes pueden mutar y volverse especialmente peligrosos.
Los gatos y la gripe
Una de las últimas pandemias en la que se observó una importante zoonosis tuvo lugar en 2009 en Estados Unidos con la denominada “gripe porcina». A pesar de que al principio se creyó que el virus pasaba de animales a humanos… la realidad es que también los humanos lo transmitieron a sus mascotas.
El primer caso en el que se tiene evidencia de esta realidad, es el de un gato doméstico que falleció por una neumonía derivada del virus H1N1 mientras su dueña estaba siendo tratada en el hospital de este mismo virus. Tras este caso se observó cómo varios gatos, hurones y un perro también parecían haber sido contagiados del virus por sus dueños.
Reconocer los síntomas de la gripe es sencillo ya que éstos son similares entre humanos y animales. En las personas los síntomas incluyen dolor de garganta, secreción nasal, tos, fatiga, fiebre y escalofríos, al igual que las mascotas quienes, además de esto, a menudo presentan pérdida de apetito.
Si tu gato presenta estas señales y alguien en el hogar ha estado enfermo es importante acudir al veterinario ya que en casos extremos el animal podría llegar a morir.
En vista de lo anterior resulta aconsejable mantener a las mascotas alejadas de la cama y a ser posible fuera de la habitación para minimizar el posible riesgo de contagio.
El ataque de las superbacterias
A pesar de que este tipo de bacterias normalmente afectan sólo a los humanos, no debemos olvidar que también son capaces de transmitirse de los dueños a los animales.
Se trata de bacterias resistentes a muchos antibióticos por lo que las opciones de tratamiento son limitadas pudiendo llevar a la muerte (como el estafilococo áureo resistente a la meticilina).
Al poder transmitirse de humanos a animales y de animales a humanos, un dueño y su mascota podrían entrar en un ciclo de transmisión continuado.
Tanto las personas como las mascotas pueden ser atacadas por estas bacterias, portándolas en su piel o en su nariz sin llegar a estar realmente enfermos. MRSA puede causar infecciones en la piel y en las heridas, pudiendo transmitirse por contacto con la piel o a través de objetos contaminados como vendajes.
La tuberculosis se transmite a los perros
Hace unos años, un joven yorkshire terrier que presentaba vómitos, pérdida de apetito y tos persistente fue llevado a la Universidad de Tennessee College de Medicina Veterinaria. Tras el fallecimiento del animal los veterinarios descubrieron que la bacteria que había causado la tuberculosis había sido probablemente transmitida desde el dueño (quien estaba siendo tratado de esta enfermedad).
En cuanto a las mascotas que corren mayor peligro frente a esta enfermedad, hay que prestar mayor atención a los perros, ya que los gatos en raras ocasiones la contraen por contagio de los humanos.
Proteja a sus mascotas y su familia
En vista de la evidente transmisión entre humanos y animales, es preciso llevar a cabo una serie de consejos o medidas:
– realizar una correcta higiene para reducir los riesgos (lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 15 minutos o bien emplear un desinfectante a base de alcohol antes y después de tocar animales).
– no besar a tu mascota en la boca.
– no permitirles lamer tu piel (especialmente si tienes heridas abiertas).
– no permitirles lamer los platos de comida.
– utilizar guantes para manipular los residuos de su mascota.
Además de las medidas anteriores no olvides programar revisiones regulares con tu veterinario y cumplir con el calendario de vacunación y de control de parásitos para ayudar a mantener tu mascota en buena salud.