A pesar de que los gatos tienen fama de animales independientes y algo ariscos, los amantes de los gatos saben que realmente esto no es así. No obstante, si no quieres ganarte su enemistad, es importante que evites las cosas que te presentamos a continuación… ¡o te convertirás en su peor enemigo!
- Que cambies continuamente las cosas de sitio
A los gatos les gusta tener todo bajo control, por lo que una reforma puede provocarle una auténtica situación de estrés y ansiedad. Si alguna vez cambias de mobiliario, observarás cómo rápidamente marca los nuevos objetos antes de adaptarse a ellos. Si eres una persona a la que le gusta cambiar regularmente la decoración de su casa… quizá deberías revisar este hábito.
- El agua
Exceptuando algunas razas, lo normal es que la mayoría de los gatos huyan en cuanto ven el agua. Por este motivo si no está acostumbrado al agua… bañarle puede convertirse en una auténtica misión imposible.
- Tener el arenero sucio
Los gatos son unas de las mascotas más limpias llegando a pasar 1/3 parte del tiempo que están despiertos aseándose, por lo que asegúrate de limpiar su arenero regularmente… o buscará otro lugar en el que hacer sus necesidades (y no te gustará nada).
- Que le atuses demasiado… ¡y que le ignores!
Como ya hemos señalado, los gatos no son animales tan independientes como creemos. A pesar de que a veces un exceso de mimos puede llegar agobiarle, si no le prestas la atención que necesita él la reclamará. Pero… ¡nada de levantarle del suelo! Podrá aguantar un rato en brazos de su propietario, pero no tardará en querer bajarse.
- Los ruidos y los olores fuertes
Los gatos tienen un olfato catorce veces más sensible que el de las personas y un oído más desarrollado que el nuestro, por lo que si a nosotros nos molestan los olores o los ruidos fuertes… ¡imagínate lo que debe sentir él!
- Que su comida esté demasiado fría
Los gatos odian la comida fría. Esto se debe a que están acostumbrados a comer sus prestar en cuanto las cazan, por lo que te recomendamos dejar la comida a temperatura ambiente o calentarla ligeramente antes de ofrecérsela.
- Los extraños
Los gatos son animales desconfiados por naturaleza, por lo que no te sorprendas si intentan evitar a tus visitas o si deciden estar presentes guardando las distancias. Quizá ahora puedas entender mejor el miedo de tu gato al veterinario: un lugar nuevo, demasiados olores y… ¡un extraño que se empeña en tocarle!
Y tú, ¿añadirías algún punto más a esta lista?